Cerezas de altura, melocotones, manzanas, peras, uva garnacha que se emplea para la elaboración de los vinos con D. O. Calatayud, la más joven de las cuatro denominaciones vitivinícolas que existen en Aragón. Pero que sea la más joven no significa que no tenga una gran tradición. Calatayud es, de hecho, uno de los territorios con más tradición vitivinícola de España. Los primeros registros que se tienen de sus vinos son del siglo I, y en ellos ya se mencionaba su gran calidad.
Quizá te sorprenda saber que, pese a la prohibición coránica, y como sucedía en otros lugares de la península de tradición vinícola, esa vid y ese vino también se producían en el Calatayud andalusí. La principal actividad económica en toda la Marca Superior de Al-Ándalus fue la agricultura, que se incrementó y diversificó notablemente con la renovación y puesta en marcha de nuevos sistemas de regadío.
Así describía el geógrafo, cartógrafo y viajero al-Idrisi Calatayud en el siglo XII: “Tiene una espléndida comarca donde abundan los árboles, los frutales, los manantiales y arroyos, que proporcionan gran fertilidad”.